El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha viajado junto a su mujer, Begoña González, y el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares, a la Cumbre del G-20, en Bali (Indonesia).
En la cena de gala que se ha celebrado en la primera jornada de la cumbre, tanto el presidente del Gobierno español como el resto de líderes del G-20 se han vestido con las tradicionales camisas indonesias batik para asistir a ella.
El estilismo seleccionado por Sánchez ha estado conformado por la tradicional camisa indonesia ‘batik’, estampada en tonos azules y morados, combinada con un pantalón negro. Po otro lado, su mujer ha escogido, para ir conjuntada con su marido, un vestido largo, de tirantes, satinado y de color amarillo al que ha añadido un fular confeccionado en la misma tela y estampado que la camisa del presidente.
El presidente del Gobierno y su mujer se suman así a la tendencia ‘twinning’, que consiste en vestir a juego de forma coordinada con tu pareja.
La mayoría de mandatarios del grupo de los veinte han acudido ataviados con estas coloridas prendas adornadas con motivos florales, muy populares en Indonesia, al evento organizado en el parque Garuda Wisno Kenca, una de las principales atracciones turísticas de ‘La Isla de los Dioses’.
El presidente indonesio, Joko Widodo, recibió a los líderes vestido a su vez con un gorro udeng y una falda saput, empleados en ocasiones especiales como ceremonias religiosas balinesas, y bajo la imponente estatua de la deidad hinduista Vishnu de más de 120 metros de altura.
Entre los asistentes con las coloridas batik se encontraban el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el presidente de China, Xi Jinping , el primer ministro británico, Rishi Sunak.
El príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, fue de los pocos que no vistió la camisa típica indonesia.
Con este evento, que incluye danzas y otras exhibiciones culturales indonesias, la presidencia cierra la primera jornada de la cumbre del G20, que ha estado marcada por las discusiones en torno a la guerra de Ucrania y por una intensa agenda de citas bilaterales.