Algo tan sencillo y tan natural como un tronco de árbol, con o sin corteza, se puede convertir en un mueble o en un elemento decorativo ya no sólo en las casas rústicas, sino también en decoraciones minimalistas. Encajan a la perfección y destacan junto a muebles de líneas rectas.
Pueden servir como mesita de noche, como taburete, como mesa auxiliar, y se puede mantener la forma natural del tronco o cortarlo en forma cuadrada, redondeada o escalonada. También pueden servir para hacer jarrones, móviles o decorar paredes.