Marketing directo / La industria de la moda ha descubierto recientemente un grupo de público objetivo que había ignorado sistemáticamente hasta ahora: el de las mujeres musulmanas.
H&M presentaba hace poco un spot de televisión protagonizado por una modelo con pañuelo, Dolce & Gabbana presentaba en sociedad también hace no mucho una elegante colección de abayas y hijabs y Marks & Spencer se descolgaba recientemente con un «burkini», una suerte de traje de baño que cubre todo el cuerpo de la mujer que lo porta.
Sin embargo, parece que los múltiples guiños que algunas firmas de moda están haciendo a las mujeres de religión musulmana les está sentando a muchos a cuerno quemado. Es el caso de Pierre Bergé, pareja sentimental durante más de medio siglo del
En una entrevista concedida recientemente a la cadena de televisión Europe 1, Bergé, de 85 años, tilda de “escandalosa” la denominada moda islámica, aquella que se hace para conectar de manera deliberada con las mujeres musulmanas.
“Siempre he creído que un diseñador de moda debe estar ahí para hacer que las mujeres estén más guapas y para darles libertad, no para ser cómplice de una dictadura que obliga a las mujeres a esconderse», recalca Bergé, legendario diseñador francés Yves Saint Laurent y cofundador de la marca homónima.