EBD En diciembre de 2010 saltó el escándalo. Las imágenes de John Galliano, borracho, profiriendo insultos antisemitas en un bar y declarando su «amor» a Hitler dieron la vuelta al mundo. Después vendría la expulsión de la Casa Dior y un mediático juicio. Tras pasar su particular ‘travesía del desierto’, un rehabilitado Galliano desembarcaba en la dirección creativa de Maison Martin Margiela hace dos meses. Ahora faltaba la escenificación de su regreso a la moda.
Y finalmente ha sido antes de lo esperado, y en casa, en el London Coliseum, donde el gibratareño, de madre española, subía al estrado para entregar el Premio a la Excelencia a la inglesa Anna Wintour, la directora del Vogue estadounidense y su mentora, en la gala de los British Fashion Awards (BFA). Para la ocasión, Wintour lució un vestido de su pupilo, el primero que se muestra públicamente desde que trabaja para Margiela.
Sobre los BFA cabe destacar que no hubo más sorpresas. Victoria Beckham se alzaba como Mejor Marca, el noirlandés J.W. Anderson se proclamaba Mejor Diseñador de Hombre, el angloturco Erdem Moralioglu era nombrado Mejor Diseñador Británico del Año y el francés Nicolas Ghesquiére, Mejor Diseñador Internacional. Cara Delevingne, acompañada de su nueva amiga Kendall, fue la Mejor Modelo del Año. Anya Hindmarch fue galardonada con el premio a la ‘diseñadora de accesorios del año’