La primavera ha llegado y el verano ya está aquí. El fondo de armario después de todo el invierno está repleto de prendas con predominio de tonalidades oscuras, le hace falta un poco de alegría. Así comenzamos la primavera con una paleta cromática unisex y el verano influido por tonos más vivos. Esta primavera-verano rompe con los convencionalismos, aprovecha durante estos meses a lucir las prendas de tus colores favoritos y así expresar tu versión más renovada.
Durante esta temporada estival los colores más populares serán variados. Los tonos rosados (rosa cuarzo), nude, salmón, melocotón, agua claro y azules empolvados forman parte de la gama más delicada de los colores suaves. La mayoría de los diseñadores han utilizado estos colores para dar paso a otras paletas de colorido más vibrante y vitamínico más propio de la época de verano.
Estos colores teñirán las prendas estrella de esta temporada primavera-verano, que se irán combinando a través de estampados o únicos colores, plasmados en camisas de encaje, en camisetas de volantes, en vestidos, en pantalones cortos o largos, en faldas…
Ya en pleno verano los más atrevidos apostarán por vestir prendas de tonalidades más vivas, utilizando una paleta de colores tales como el el rojo, los tonos azulones, los colores naranjas, el amarillo y el verde.
Ambas paletas de color, tanto la suave como la más viva, estarán presentes a lo largo de toda la temporada en los complementos utilizados como los bolsos, los sombreros, los pañuelos o las gafas de sol.
Para hacer una buena combinación de los colores llamativos, también deberán estar presentes los tonos neutros, el blanco y el plateado, que son el nexo de unión que fusiona la tremenda energía que aportan estos colores brillantes con la serenidad de las gamas más “apasteladas”.