Cada verano tiene su propio lenguaje estético. En 2025, los accesorios hablan de naturaleza, nostalgia y escapismo. El mar, las flores y las texturas orgánicas se apoderan de collares, bolsos, pendientes y sandalias. Este verano se llevan accesorios que evocan una emoción, lo que parece salido de un viaje o un sueño de infancia. Aquí te contamos las claves para acertar.
1. Rafia renovada: el encanto de lo artesanal
Los accesorios de rafia ya no se limitan a los clásicos bolsos de playa. En 2025 se reinventan con siluetas estructuradas, detalles en colores neón o metálicos, y combinaciones inesperadas con cuero, metales o resina.
Dónde verla: bolsos mini con asas rígidas, diademas trenzadas, sandalias con plataforma de yute y accesorios.
Estilo estrella: sombreros de ala ancha con bordados florales o frases bordadas a mano.

2. Estrellas de mar, corales y caracolas: el mar en versión joya
Las joyas con formas marinas son una de las microtendencias más fuertes del verano. No se trata solo de llevar un colgante en forma de estrella de mar: hablamos de piezas escultóricas, en dorado viejo o nácar, que parecen recogidas de un cofre submarino.
Dónde verla: pendientes XXL con forma de coral, anillos con textura de concha, broches inspirados en fauna marina.
Bonus visual: uñas en tonos «nacarados» o con diseño de olas, como complemento a estos looks.

3. Flores por todas partes (y no solo impresas)
Las flores se llevan en 3D. Este verano florecen literalmente en pendientes, collares tipo gargantilla y cinturones.
Materiales como la resina, el fieltro o incluso la cerámica se usan para dar volumen y textura. Las más populares: margaritas, peonías y amapolas.
Dónde verla: chokers florales, broches en el cabello, sandalias con apliques en el empeine.
Inspiración runway: looks que recuerdan a un jardín en movimiento, con flores en relieve sobre tejidos vaporosos.

4. Brillo líquido: efecto metal fundido
Inspirado en la estética sirena (sí, aún seguimos hablando de «mermaidcore»), se imponen los accesorios en dorado fluido, como si fueran joyas derretidas por el sol.
Dónde verla: brazaletes anchos con acabados ondulados, pendientes de lágrima metalizada, tobilleras que parecen fluir.

5. Encanto kitsch: cuentas, abalorios y guiños a los 2000
Sí, vuelven los collares de colores con cuentas, los anillos de resina tipo chicle, los charms que parecen salidos de una máquina de feria. Pero ahora se combinan con piezas más sofisticadas para lograr contraste.
Dónde verla: pulseras tipo DIY con letras, collares con frutas o figuras infantiles, gafas de sol con detalles brillantes.
El truco: mezclar lo infantil con lo elegante para crear un estilo irónico y fresco.

El verano 2025 no impone, invita. A jugar, a explorar materiales, a celebrar la naturaleza y la imaginación. Así que abre el joyero, el neceser, la cesta del verano… y atrévete con el accesorio que te haga sentir un poco más luminosa, más libre, más tú.