Pedro González 54 años de auténtico extremeño. Mangurrino de pura cepa. De los del castúo, «era de Plasencia me parece que decía». 30 años en sus escasas carnes de rock transgresivo, al frente de la banda Extremoduro. Aunque de un tiempo a esta parte ha decidido emprender proyectos en solitario. Todos bajo un nombre que pesa tanto como el de la propia banda: Robe.
Su primera incursión fuera del grupo, y también de la música fue el atrevimiento de lanzar el que hasta la fecha es su único libro: «El Viaje Íntimo de la Locura» 2009. Algunos años hubo que esperar a que saliese a la luz «Lo que aletea en nuestras cabezas» 2015. El primer disco en solitario. Un año después «Destrozares, canciones para el final de los tiempos».
Ahora amenaza con intentar uno de sus proyectos más complicados. «Bienvenidos al Temporal», su gira de este 2017 donde llevará al directo sus dos trabajos. La primera parte de la presentación no podía tener otro nombre; «Ponte a Cubierto». El Robe actuará en un buen puñado de teatros por toda España. Sí, teatros, de los de platea y palcos. Esos de escuchar sentado, sin saltar, sin beber… sin el rollo de siempre. Esto es otra historia.
Actuará (entre otros muchos teatros) en el Palau de la Música de Barcelona, el Teatro Circo Price de Madrid, en el Centro Miguel Delibes de Valladolid (donde arrancará la Gira), y hasta en el teatro más antiguo que se haya podido imaginar: El Romano de Mérida, su última fecha en septiembre.
«Acojonado pero Ilusionado»
Decía Robe el pasado día 7 en la presentación de la gira en Madrid. No es de extrañar pues no será fácil ni para él ver al público sentado y en silencio, ni mucho menos para el público intentar no romper la «intimidad» del concierto, rebelarse contra el «teatro» y romper a cantar a voz en grito.
Rebeldías a parte, lo que se presenta es un proyecto muy interesante. Ver al Robe sólo ante el peligro. Sin Uoho guitarreando solos, sin la batería de Cantera… Casi susurrando sus temas como si de un recital de ´»poesía básica» se tratase.
Robe se mostrará más desnudo que nunca. La potencia de Extremo será sustituida por violines, pianos, acordeones, saxos… Es sin duda la etapa más madura del rock de Iniesta. Da gusto ver cómo envejecen de bien algunos.
Eso de «acojonados», Robe, lo vamos a estar todos. No obstante para los menos clásicos espera la segunda parte de la gira. Volverá la caña a los espacios abiertos. Se fumará, se beberá, se saltará y se gritarán sus canciones.
Yo por el momento iré haciendo hueco en la agenda para ir a verlo. Pero lo primero será ver «dónde están mis amigos». Ya sabéis, los que no están presos los están buscando.
El 12 de Mayo todos a cubierto.