Navegando esta semana por internet, y dado que soy muy aficionada a los musicales, encontré una oferta en Madrid que me llamó claramente la atención. ¿Un musical basado en la novela El médico de Noah Gordon? Enseguida captó todo mi interés. No sé si habéis leído el libro. Más de 800 páginas (formato de bolsillo) que relatan la historia y peripecias de Rob J. Cole, hijo de una familia del gremio de carpinteros de Londres, que a los nueve años queda huérfano y sin hogar.
Cole descubre que tiene un ‘don’ para saber cuándo alguien está próximo a su muerte. Tras quedar solo en el mundo, pasa a ser el ayudante-aprendiz de un timador que viaja por carretera en la Gran Bretaña del siglo XI ofreciendo un espectáculo para sanar a las personas. Cuando el ‘cirujano-barbero’ fallece, Rob se encuentra con un médico judío que no le toma como aprendiz, pero Rob se da cuenta que los métodos de los médicos cristianos dejan mucho que desear en cuanto a su rigor científico. Impulsado por su pasión por aprender a sanar, Rob decide viajar a Ispahán, Persia, donde enseña el mejor médico de la época: Ibn Sina, conocido en español tras las traducciones latinas de su nombre como Avicena. Para ello, ya que no podría hacerlo como cristiano, se hace pasar por judío adoptando el nombre de Jesse Ben Benjamin.
Sin entrar en más detalles, diré que es uno de los libros que más me han gustado (y eso, dado que en mis buenos tiempos leía una media de cincuenta libros al año) pues tiene una trama muy bien hilada, una historia bien contada y, en general, es un libro que engancha. Pero de ahí a hacerlo musical, tengo mis dudas. Me diréis que ya se han hecho musicales de historias como Los miserables, de Víctor Hugo. Es cierto.
Buceando un poco por la web, me encontré que el propio autor ha opinado sobre este musical: «La emoción de la novela ha conseguido traspasar a la música para que los lectores ahora puedan experimientar las aventuras de Rob J. Cole de una manera nueva y maravillosa». Fue estrenado el pasado 17 de octubre en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid, y en tan solo tres meses se convirtió en la obra número 1 de la crítica especializada en el panorama escénico español. Noah Gordon ha participado activamente en el proceso creativo, aportando ideas y apuntes.
Yo no sé vosotros, pero a mí me llama mucho la atención. Convertir una historia del siglo XI en un musical para toda la familia es, sin lugar a dudas, un trabajo titánico. Si queréis más información, en este enlace la encontrareis. Yo por mi parte, confieso que trataré de encontrar un hueco para bajar a Madrid y poder disfrutar de la eterna, y nunca a gotadora, historia de Rob J. Cole.