El miércoles 17 de diciembre llega a las pantallas españolas El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos, el fin de la segunda trilogía, la primera en el tiempo, de una las sagas cinematográficas de la historia del cine.
A pesar de que en principio iba a estar dividida en tan solo dos partes, finalmente el director y su equipo han decidido convertir las hazañas de Bilbo en una trilogía, como también lo fue en su momento ‘El señor de los anillos’. Una oportunidad que aprovecharán los responsables para no dejar ningún cabo suelto a la historia, de forma que ambas trilogías puedan nutrirse la una de la otra y ambas se cierren de manera conveniente.
Peter Jackson, el director de la cinta, explica que uno de los principales atractivos de la película es una secuencia de acción que, realizada con su típico modus operandi, se convierte en un espectáculo visual de 45 minutos de duración. En la nueva película del director neozelandés podremos ver cómo varias razas de la Tierra Media convergen alrededor de la Montaña Solitaria, ahora que el joven Bilbo Bolsón (Martin Freeman), Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage), y su Compañía de Enanos han superado al terrible dragón Smaug (Benedict Cumberbatch).
En otros lugares, Gandalf el Gris (Ian McKellen) ha sido capturado por el gran enemigo Sauron en la forma de El Nigromante (también Cumberbatch), llevando a los demás miembros del Concilio Blanco de la Tierra Media- Lady Galadriel (Cate Blanchett), Elrond (Hugo Weaving), y Saruman el Blanco (Christopher Lee) – a una lucha para destruir al señor de la oscuridad, antes de que recupere su fuerza. Esperamos ver el enfretamiento entre el Concilio Blanco y Sauron, junto a sus más peligrosos secuaces. Jackson ha descrito La Batalla de los Cinco Ejércitos como la «más emocional e intensa» de la trilogía cinematográfica de ‘El Hobbit’. Además, indica que será la entrega más estremecedoramente rítmica del trío, ahora que no hay más caracteres nuevos y subtramas que se introducen después de las dos primeras cintas.
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