El bigote de Dalí

«Genio y figura hasta la sepultura» reza el refrán. Salvador Dalí, el pintor de sueños catalán dormía plácidamente el sueño eterno bajo una losa de tonelada y media cuando esta semana ha sido incordiado por primera vez desde 1989.

Extravagancias de fantasma

Vivió en rodeado de ese halo que a los genios se les acerca y les acompaña siempre. Un halo de magnificencia, de superioridad creativa y de extravagancia. La imagen de Einstein desmelenado y con la lengua fuera: esa era la carta de presentación de Dalí.

Mirada extraviada, bastones sacados de cuentos de hadas, pinturas imposibles, y eses fino bigote que desafiaba siempre a la gravedad buscando las 10,10 horas en el reloj.

El personaje de Dalí mantiene esa extravagancia y revuelo estos días debido a la exhumación de su cuerpo embalsamado para testar una posible paternidad. A la presunta hija le correspondería un buen pizco del patrimonio del artista. Y como poderoso caballero… se remueve cielo y tierra, porque queremos mucho a nuestros padres. Sobre todo si tienen algo que legarnos.

El caso es que la Fundación Dalí ha tenido que acceder a la orden de exhumación. Nunca un museo estuvo tan sellado. Un dispositivo de seguridad impedía el acceso hasta de una mosca; teléfonos móviles confiscados; la cúpula de cristal sobre el sepulcro velada para evitar escandalosas tomas con drones. Y la prensa agolpada en la puerta esperando algún titular digno del Genio de Figueres.

No tardaría la cosa en llegar. Tras tomar algunas muestras de pelo, uñas, pedirle prestados al pintor varios dientes y un par de huesos largos, las «trocitos de artista» abandonaron el lugar para ser estudiados.

La prensa ávida de titular y morbo tuvo lo que buscaba. «El bigote de Dalí seguía marcando las 10,10 horas».

Ay Salvador, ni descansar te dejan, aunque quizás todo este revuelo sea parte de tu genio creador. Todo este revuelo mediático seguro que forma parte de una performance que dejaste por hacer en vida. Dalí, y su bigote lo han vuelto a hacer. La Fundación dice que este asunto les causará pérdidas y trastornos. Yo creo que el viejo Genio Loco les ha echado una mano. El morbo vende más entradas que el arte. Eso lo supo bien en vida Salvador.

FOTO JAUME MOR

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