Pedro González Vamos primero con la receta: en una gran coctelera colocamos un tercio de «gymkana» de la de toda la vida, una porción de novela de aventura, una pizca de juego de rol, un generoso chorro de puzles y acertijos y complete con un grupo de amigos dispuestos a pasar un buen rato estrujándose el cerebro. Sírvase en una habitación cerrada a cal y canto. Ahí tienen su fantástica Escape Room.
Las Escape Room están triunfando en España como una nueva forma de ocio para grupos de amigos o compañeros. Se multiplican por las ciudades de la península como las setas en octubre y el público, en general, cuando las prueba repite. Pero ¿ qué es exactamente esto de lo que todo el mundo habla?
Básicamente se trata de encerrar a un grupo de gente en una o varias salas con el objetivo de escapar de ellas en el menor tiempo posible (generalmente el reto es hacerlo antes de 60 minutos). Para lograrlo deberán resolver acertijos, usar la lógica para descifrar combinaciones de candados y aprovecharse de manera inteligente de todos los elementos que les rodean. Los participantes se convierten en protagonistas de un juego de aventuras con su propio escenario, sus pistas, desafíos y recompensas. La mayoría de las veces no sólo sirve «escapar», la competición con otros grupos de compañeros y hacerlo en menos tiempo consigue hacer de este nuevo fenómeno de escapismo una actividad perfecta para equipos de amigos o de trabajo.
La clave del éxito
Este asunto de los juegos de escape, como tantas otras nuevas formas de entretenimiento nace en Japón. La industria de los videojuegos ya había experimentado la buena acogida de los ejercicios de lógica y misterio transportándolos de las páginas de las novelas a los monitores de los ordenadores. Y de ahí, al mundo real.
Para el empresario que decide abrir una casa de escapes, la inversión es relativamente pequeña en comparación con los beneficios generados. Al menos en la teoría, ya que hoy día la gran proliferación de este tipo de negocio hace crecer la competencia, y la innovación, la inclusión de nuevas experiencias, efectos especiales, actores… obligan a rascarse un poco más el bolsillo.
Para el público que las visita hay un factor que los acerca de forma fácil a las escape room, están dentro de las propias ciudades. Si hace unos años una de las mejores alternativas de ocio para grupos se desarrollaban al aire libre como el Paint-ball, hoy contamos con estos nuevos negocios prácticamente en cada capital de provincia. Los grupos ya no tienen que desplazarse hasta entornos alejados de los núcleos urbanos y eso es lo que buscan estos negocios. Tener al cliente cerca, experiencias rápidas y otro grupo.
Quién va a una Escape Room
Grupos. Hay que tener presente que se trata de una actividad colectiva que persigue el trabajo conjunto, la puesta en valor de las diferentes aptitudes de los componentes del equipo y la capacidad de tomar decisiones de los mismos.
Entonces, grupos de amigos por el simple hecho de divertirse, despedidas de soltero y soltera, familias y sobre todo equipos de empresas. Los gerentes de muchas compañías, utilizan estas actividades como medio para unir a los miembros de sus plataformas. También consiguen lo que se llama Team Building, que básicamente es la creación de vínculos entre compañeros, la demostración hacia los demás de las virtudes individuales y la capacidad de liderazgo de unos y de trabajo en equipo en general.
Hoy por hoy, como digo, las Escape Rooms pegan fuerte, aprovechen y visiten una, seguro que cerca de su casa hay una (sólo en León capital ya se han abierto dos) y no duden en jugar a ser detectives por un día. Demuestren a sus amigos hasta dónde llega su ingenio y escapen de la sala antes de que suene la alarma.