Que Donald Trump no es precisamente ‘popular’ en el ámbito cultural no es un secreto. Los extremismos del candidato republicano han encontrado la oposición de muchos cantantes y grupos estadounidenses, que se niegan a que el díscolo multimillonario use sus canciones en alguno de sus actos de campaña, a las que a este paso, tendrá que salir en el más riguroso silencio.
Steven Tyler, el vocalista de la banda de rock estadounidense Aerosmith, denunció a Trump por utilizar la canción “Dream On” en su campaña política.
Esto sucedió tras varias advertencias por parte de los abogados del artista hacia el magnate: “Trump for President” (nombre de la campaña del multimillonario) no tiene la autorización de nuestro cliente para utilizar “Dream On” o cualquier otra de sus canciones como parte de su campaña, porque da la falsa impresión de que él está conectado de alguna manera con ella o que respalda la candidatura del Sr. Trump”.
Tampoco encuentra demasiados apoyos en este lado del charco. La cantante británica Adele se negó rotundamente a que Trump usase “Rolling In The Deep” en su campaña, y tampoco los Rolling Stones y Queen permiten que use alguno de sus temas más conocidos.