‘La sombra de otro’, novela histórica sobre Cervantes

 

Y.R.T./ ICAL  Luis García Jambrina (Zamora, 1960) salda una especie de deuda con el autor más universal en lengua castellana, Miguel de Cervantes, porque un día cayó en la cuenta de que si en el mundo anglosajón William Shakespeare tenía una ficción creada en torno a su figura literaria más reconocida, bien lo merecía también el autor de ‘El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha’, y apenas había novelas donde acaparara el protagonismo. Su último trabajo, ‘La sombra de otro’, no abandona la estela iniciada con obras como ‘El manuscrito de piedra’, ‘El manuscrito de nieve’ y ‘En tierra de lobos’, y sigue apostando por el género histórico para relatar los principales episodios de la vida de Cervantes.

El resultado, es  una novela llena de “emociones, pasiones y sentimientos”, narrada por su peor enemigo, Antonio Segura, un personaje de la época al que dejó malherido tras un conflicto en su juventud. Con semejante narrador, al lector le pueden asaltar las dudas respecto a si esta figura de las letras queda bien o mal parada, pero para eso ya solo queda leer una novela que promete “atrapar” incluso a las nuevas generaciones. El propio García Jambrina, confiesa que ésta es la novela de la que “más orgulloso se siente”, y con diferencia, por el trabajo casi “detectivesco” que ha llevado a cabo y el interés con el que ha ido tejiendo la trama.

El escritor, con su libro (Daniel Arranz/ical)
El escritor, con su libro (Daniel Arranz/ical)

¿Qué siente cuando un nuevo libro suyo sale a la venta, y cuando lo ve en el escaparate de una librería?

Excitación, nervios, ilusión, miedo, entusiasmo, arrepentimiento, alegría, ansiedad… Una mezcla de todo eso y mucho más. Quien lo probó lo sabe. Cuando ves tu novela en una librería, te das cuenta de que ahora empieza lo bueno. Pero yo confío mucho en mi novela y en mi personaje. Es la obra de la que más satisfecho me siento, con diferencia, y toca temas y personajes que, de entrada, interesan a todo el mundo.

¿Era un niño que soñaba con convertirse en escritor, cuáles eran sus inquietudes?

De niño yo no tenía clara mi vocación, pero creo que sí sabía lo que no quería. Yo veía a mi padre trabajar en la carpintería durante más de doce horas diarias por unos ingresos bastante modestos, y no quería que me pasara lo mismo. Así que me puse a estudiar a lo bestia. Primero estudié Psicología, luego fui bibliotecario y, al final, acabé haciendo Filología. Por otra parte, de niño comencé a leer para evadirme de la dura realidad, y eso fue lo que me llevó a la literatura, y con el tiempo a la escritura.

¿Quiénes fueron los primeros autores que le despertaron su interés por la lectura, quién le inculcó leer?

Los primeros fueron Enid Blyton (las aventuras de Los cinco), Hergé (Tintín), Julio Verne, y, enseguida, Stevenson, Mark Twain, Conan Doyle, Agatha Christie… Mi afición por la lectura me la inculcó mi abuelo, que, aunque no tenía estudios, leía mucho. Le gustaba, sobre todo, la historia, las novelas del oeste, las de humor. Él me llevó por primera vez a la Biblioteca Pública de Zamora, y eso cambió mi vida para siempre, espero que para bien.

¿Por qué una novela sobre Miguel de Cervantes; qué le atrajo de este personaje?

Siempre me fascinó su vida novelesca, la complejidad de su figura, su genialidad, sus miserias, sus contradicciones, sus misterios, sus luces y sus sombras. Por otra parte, me llamaba la atención que se hubieran escrito muy pocas obras de ficción sobre él, a diferencia de lo que ocurre con Shakespeare en el mundo anglosajón. De modo que llevaba mucho tiempo con ganas de escribir una novela que lo tuviera como protagonista. Lo importante era dar con el enfoque y la manera de contarlo.

¿Tenía claro desde el principio que sería una novela con tintes históricos?

En este caso, se trata de una novela histórica escrita a conciencia y con la sana intención de dignificar el género. Quería mostrar los entresijos de esa época tan interesante y compleja de nuestra historia. España era, entonces, un enorme Imperio que comenzaba ya a tambalearse, desgarrado por numerosos conflictos y luchas internas, la persecución religiosa, la corrupción y las desigualdades. Estamos en pleno Siglo de Oro, pero también es una época negra e infame. Es la época dorada de la picaresca.

¿Cómo fue el proceso de documentación previo, con qué sorpresas se ha encontrado que desconocía?

Yo ya había leído varias biografías sobre Cervantes. Releí algunas de ellas, me empapé de otras nuevas y, desde luego, leí mucho sobre la época, visité muchos de los lugares y ciudades por donde había pasado Cervantes, frecuenté museos, escuché música de ese período, perseguí datos, consulté diversos documentos… También leí algunas novelas sobre Cervantes y otros personajes de la época.

¿Qué aportará al lector?

Además de conocer mejor la época y la figura de Cervantes en todos sus aspectos y en toda su complejidad, yo creo que es una novela que aborda temas importantes, como el de la envidia, la rivalidad, el fracaso. También, es una novela llena de emociones, pasiones, sentimientos, y, desde luego, es una novela muy entretenida, llena de peripecias, conflictos, aventuras e intrigas.

El peso de la narración recae en un personaje real, Antonio de Segura, que además hace las veces de antagonista. ¿Fue difícil crear y recomponer ese personaje a partir de lo poco que había en torno a él?

Fue un proceso muy interesante, casi detectivesco. En las biografías cervantinas se le despacha en unas pocas líneas o en una nota a pie de página, pero fue un personaje que pudo llegar a tener cierta importancia. Al final, encontré noticias sobre él en algunos libros sobre arquitectura española de la época. Yo quería que la novela fuera contada por un narrador testigo muy implicado en los hechos narrados. Es, en definitiva, la vida de Cervantes contada por su peor enemigo.

¿Qué episodios de la vida de Cervantes le sorprendieron más y sirvieron para inspirarse en su relato?

Su duelo con Antonio de Segura, su cautiverio en Argel, su rivalidad con Lope, su fracaso como poeta y dramaturgo, su período como comisario de abastos y recaudador de impuestos, su estancia en la cárcel de Sevilla, su sentimiento final de fracaso o las extrañas relaciones que tuvo con su familia.

¿Por qué hoy mantener el interés por este escritor, Miguel de Cervantes?

Es nuestro escritor más universal, el más grande de la historia, junto con Shakespeare y Homero. Y, además, es una figura muy compleja, con muchas lagunas y puntos oscuros. Yo he querido humanizarlo y poner de relieve sus contradicciones, lo que, a mi entender, lo hace mucho más atractivo y verosímil.

¿Esta novela puede acercar a las nuevas generaciones una figura que, aunque es de sobra conocida, está quizá “desactualizada” con sus gustos?

Ese era uno de los objetivos. Mostrar la vida de Cervantes desde una perspectiva más compleja y actual, mostrando sus diferentes caras y facetas, sus logros y sus debilidades, pues yo creo que Cervantes tiene mucho que decirnos todavía y, además, puede ayudarnos a recuperar la autoestima como pueblo o como cultura. Aunque ‘La sombra de otro’ está llena de guiños cervantinos, se trata de una novela escrita para todo tipo de lectores.

¿Qué tipo de misterios en torno a Cervantes ha querido desgranar y completar con su creatividad? 

En primer lugar, el de su duelo con Antonio de Segura; el de su condición de espía al servicio de Su Majestad; el de sus relaciones amorosas; el de la autoría del Quijote apócrifo o de Avellaneda, y el de la escritura del propio Quijote.

¿Cuánto hay de ficción y cuanto de realidad en este tipo de novelas históricas?, ¿se puede llegar a transformar un personaje al recrear su vida y sus peripecias según su visión?

Hay, claro está, una mezcla de ambas cosas. Buena parte de lo que cuento en mi novela está basado en hechos más o menos documentados o en conjeturas muy razonables. El resto intenta ser coherente con los datos digamos reales. Si quieres inventar documéntate, esa es una de mis reglas. Por lo demás, es evidente que la novela llega allá donde no puede llegar la historia, gracias a la invención y a la imaginación. Lo importante es que el resultado final sea consistente y verosímil. Recordemos, por otra parte, que en los libros de Historia y de memorias hay también mucha ficción, solo que en esos casos no se reconoce como tal.

Después de recuperar a Fernando de Rojas, a la reportera de sucesos Margarita Landi y a Cervantes, ¿Qué otros personajes le rondan?

Quiero adentrarme en personajes históricos femeninos y darles voz, no solo protagonismo. Pero es pronto para hablar de eso. De la actualidad me interesa mucho, por ejemplo, la canciller Angela Merkel, por su manera de encarnar el poder.

¿Se plantea nuevos registros?

Tengo medio terminada una especie de sátira política sobre la actualidad y me gustaría escribir alguna novela sobre el futuro que nos aguarda a corto y medio plazo.

¿Tiene ya algún nuevo proyecto en mente?

Estoy con una nueva novela histórica muy compleja y con muchos personajes.

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