Cris C. Ugidos Hace dos semanas comenzó en Twitter una campaña #NoSizeFitsAll (una misma talla no se ajusta a todas) lanzada por el partido Women’s Equality de Reino Unido. A ésta se sumaron las modelos Rosalie Nelson, que se vio obligada a adelgazar sin control para ser contratada; y Jada Sezer, una modelo de tallas grandes que se cansó de que su carrera estuviera limitada a las firmas XL.
Esta nueva campaña, según cuenta Sophie Walker, fundadora del partido, tiene como primer objetivo que los diseñadores introduzcan dos tallajes diferentes para cada prenda, uno de ellos de una talla 40 o mayor. Inciden especialmente en el control del Índice de Masa Corporal (IMC) de las modelos y piden que no sea inferior a 19. En este aspecto, Julia Vidal, directora del centro Área Humana y experta en trastornos alimentarios, ve un pequeño avance y un gran problema: “El IMC normal está entre 19 y 25. Que se regule en las pasarelas es un paso importante, pero aún queda mucho por hacer. Después desfilarán chicas con un índice de 19 o 20. Pero las que tengan 24, aun dentro del lo normal, seguirán sintiéndose gordas”, explica Vidal. “La clave está en valorarnos tal y como somos”.
Es un problema que nos afecta a nivel mundial como género, tomamos como ejemplos a mujeres a personas que realmente están en los huesos, y que en ocasiones ni siquiera ellas quieren verse así. Las modas en cuanto al peso y las formas ideales en las mujeres (¿por qué será que nunca son los hombres a quienes juzgamos por su apariencia?) han cambiado a lo largo de los siglos, y volverán a cambiar. No obstante, hoy en día vivimos en un mundo que se pide a las modelos que se vean los huesos, y eso por fuerza tiene que ser poco saludable.
Cada una de nosotras somos diferentes y tenemos diferentes patrones de salud. Y somos perfectas a nuestra manera, dejemos de juzgarnos y compararnos con modelos que cumplen cánones imposibles de belleza, mirémonos al espejo y veamos lo fabulosas que somos. Si todos fuéramos iguales, ¡qué aburrido sería el mundo! Eduquemos a nuestras niñas y adolescentes mostrándoles lo guapas que son. Vivamos cada día sin arrepentimientos, porque sólo se vive una vez.
Fuente: El País