El diseñador español Palomo Spain triunfa en la pasarela eurovisiva

Con millones de espectadores, Eurovisión es uno de los mayores escaparate para la moda, una gran pasarela en la que este año desfiló el diseñador Palomo Spain, encargado de crear el estilismo de Chanel.

La cantante Chanel pisó fuerte el escenario de Eurovisión 2022 con una creación de inspiración taurina pero sin caer en los tópicos. Como complemento a esta pieza de escote cuadrado y adornada con cristales blancos y rojos de Swarovski, la artista llevó una chaqueta con hombreras repleta de tachuelas, un conjunto con que el que España fue reconocida nada más salir al escenario.

Antes que Palomo Spain, en este escaparate internacional han pasado creaciones icónicas, como el Courrèges que lució Massiel cuando interpretó «La, la, la» en 1968.

Un año después, Salomé volvió a conseguir el triunfo con «Vivo cantando» y para la ocasión se decantó por un mono turquesa con flecos hechos con mas de cinco mil canutillo de porcelana diminutos creado por Manuel Pertegaz, una pieza que pesaba 14 kilos.

En 1971, Karina también dejó huella estilística en este festival con un vestido de seda celeste que se caracterizaba por el agujero que llevaba en la parte baja de la falda, confeccionado por Antonio Nieto. Después Betty Missiego apostó por una sofisticada túnica de gasa también celeste con detalles de plata y cristal.

Las grandes musas españolas de la música disco setentera, Mayte Mateos y María Mendiola, que formaban el dúo Baccara, lucieron diseños idénticos de Christian Dior, una en blanco y la otra en negro para su actuación en Luxemburgo en 1978.

Otro estilismo que no pasa por alto es el vestido de rayas azules y blanca de Remedios Amaya, la artista tenia previsto actuar con un traje de Tony Benítez, pero era del mismo color que el escenario; un contratiempo que lidió saliendo al escenario con ese vestido de aire playero y descalza.

Francis Montesinos y Antonio Alvarado fueron los encargados del vestuario para el grupo de la Década Prodigiosa en el festival de 1988.

También tuvieron que echar mano del ingenio las hermanas Toñi y Encarna Salazar, Azúcar Moreno, que tenían previsto lucir en Zagreb diseños rojos de Francis Montesinos, pero una incidencia con una cremallera les obligo a cantar «Bandido» con un minivestido negro que ellas mismas habían comprado en un mercadillo.

En 1999, Lydia se atrevió con un vestido de Ágatha Ruiz de la Prada con franjas de colores y escote corazón, mientras que Rosa prefirió pantalones negros, casaca negra de gasa y complementos plateados en forma de flor, y Pastora Soler se decantó por un modelo de corte griego elaborado en gasa de color verde aguamarina confeccionado por su diseñador de cabecera, Cañavate.

Raquel del Rosario en 2013 prefirió actuar con un diseño de gasa amarillo de la firma «YolanCris». Un año después, Ruth Lorenzo se subió al escenario con un vestido de novia que escogió a pocas horas de cantar en Copenhague, Dinamarca.

Uno de los vestidos más caros fue el de Edurne, que en mitad de su canción «Amanecer», se deshacía de un vestido rojo para lucir otro verde claro con transparencias, creado por José Fuentes.

Amaia, en 2018 participó en Eurovisión con un diseño de profundo escote firmado por Teresa Helbig un vestido que también permanece en a retina de los fans de Eurovisión desde el año 1961, cuando España hizo su debut en el certamen con «Estando contigo» de Conchita Bautista.

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