Miscelánea sobre Gil y Carrasco

Con la publicación del volumen Miscelánea, presentado hoy jueves en Ponferrada, la Biblioteca Gil y Carrasco sigue avanzando en su ambicioso proyecto editorial en torno a las obras completas del escritor Enrique Gil y Carrasco, de cuyo nacimiento se cumplen el próximo mes de julio dos siglos.

Miscelánea, antepenúltimo volumen de la Biblioteca, no es ninguna novela escrita por el autor berciano como tal, sino un conjunto de críticas literarias que Gil escribió en los años más  florecientes de su carrera y que desvelan su faceta de humanista atento a la vanguardia europea. En efecto, Misceláneatrata de libros que eran novedosos para el público español en 1840 y de gran relevancia hoy en día. El autor escrutaba vigilante las novedades que surgían en Londres, París y Berlín, leía a Byron, Chateaubriand o Humboldt –antes de llegar a conocerle personalmente-, y asumió ante los lectores de la prensa madrileña una tarea didáctica: tan pronto divulgaba los entresijos de las sagas vikingas como avanzaba las últimas tendencias de la literatura americana.

Esta edición que presenta Biblioteca Gil y Carrasco, al cuidado de Valentín Carrera, está ilustrada con un centenar de imágenes de época y ofrece los textos cotejados con la primera edición documentando las obras o lugares mencionados.

Además, tres autores cercanos a Gil por distintos motivos guían al lector con sus puntos de vista en el aportado llamado Lecturas. La faceta más periodista del escritor es analizada por la novelista Noemí G. Sabuga bajo el título “Como trabajar en prensa y alimentar a la musa”. Noemí desgrana las claves de Gil como reportero cultureta, desentraña los resortes del oficio en Gil, sus tribulaciones y rigor cuando tiene que criticar a los amigos, o su entrega a la causa literaria de Hoffmann versus Walter Scott.

El profesor José Luis Suárez Roca, que lleva décadas estudiando al romántico leonés, aporta una panorámica global de las Ideas estético-filosóficas en la obra periodística de Enrique Gil y nos descubre un Gil analítico, pensador, filósofo, historiador del arte.

Por último, el novelista César Gavela desvela las claves con precisión de los artículos más complejosde esta Miscelánea, nada fáciles al lector contemporáneo, y nos invita a leer a Enrique Gil en el siglo XXI con perspectiva de rabiosa actualidad, sin perder su dimensión histórica.

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