Cada día son más las parejas que eligen el invierno para casarse. Y no solo porque hacerlo en esta estación puede suponer un importante ahorro para la celebración, sino porque los meses de más fríos pueden ofrecerles nuevas alternativas y entornos de lo más romántico.
Y las novias cada día lo tienen más fácil para elegir modelo. Desde hace unos años, abunda la oferta de trajes y abrigos de manga larga, largos pero también cortos, para esta ocasión tan especial. Lana, piel, sedas forradas, capas de distintas texturas… acompañadas de tocados, sombreros, diademas y otros accesorios como guantes, manguitos, botines… y por supuesto, el velo si así lo deseas.
Todo ello acompañado de celebraciones junto a la chimenea o a la luz de las velas, para el banquete y para la luna de miel: casas de turismo rural, hoteles de alta montaña, spas o simplemente hoteles con encanto.
Y si vives en la costa, ¡no te preocupes! Una playa desierta, con las olas rompiendo y salpicando espuma blanca… puede resultar otro entorno espectacular.
La ciudad siempre es buena elección. Busca un buen salón de banquetes y hazte las fotos en un parque, junto a un lago, con las hojas caídas y las ramas desnudas de fondo, de día o de noche. Y si llegada la fecha señalada en lugar de nevar, llueve, ¿por qué preocuparse? Solo hay que ir preparada. ¿O es que el sonido del agua y los olores de la tierra mojada no resultan de lo más evocador?
Aquí te dejamos una selección de trajes y abrigos para que te hagas una idea de las múltiples posibilidades que existen. Y un consejo, si quieres una boda de cuento pero que no sea prohibitiva elige, además del invierno, un viernes… ¡podrás conseguir un descuento hasta del 40% sobre el precio de la misma celebración en primavera!